El limonero

POEMA

El limonero lánguido suspende
una pálida rama polvorienta
sobre el encanto de la fuente limpia,
y allá en el fondo
sueñan los frutos de oro…

Es una tarde clara, casi de primavera,
tibia tarde de marzo,
que el hálito de abril cercano lleva;
y estoy solo, en el patio silencioso,
buscando una ilusión cándida y vieja:
alguna sombra sobre el blanco muro,
algún recuerdo, en el pretil de piedra
de la fuente dormido, o, en el aire,
algún vagar de túnica ligera.

En el ambiente de la tarde flota
ese aroma de ausencia
que dice al alma luminosa: nunca,
y al corazón: espera.

Ese aroma que evoca los fantasmas
de las fragancias vírgenes y muertas.

Sí, te recuerdo, tarde alegre y clara,
casi de primavera,
tarde sin flores, cuando me traías
el buen perfume de la hierbabuena
y de la buena albahaca
que tenía mi madre en sus macetas.
Que tú me viste hundir mis manos puras
en el agua serena,
para alcanzar los frutos encantados
que hoy en el fondo de la fuente sueñan…

Sí, te conozco, tarde alegre y clara,
casi de primavera.

¿Te has planteado de donde podrían ser estos dibujos?

Suponemos que los habrás visto un par de veces, sin saber como ni porque estaban ahí, y tras darle muchas vueltas hemos podido pensar que era una exposición hecha por los niños de escuelas españolas, pero lo que nunca llegaríamos a imaginar es que proceden de una escuela de Taiwán. Quizás nosotras sepamos como es el funcionamiento de las escuelas de aquí, ya que hemos tenido oportunidad de estar alguna vez, en alguna de ellas y así poder aprender muchas de las cosas que sabemos y que nos incitan a estudiar lo que estamos haciendo, pero lo que nosotras no sabíamos era como es el funcionamiento de las escuelas de Taiwán, hasta que gracias a la explicación de Pablo pudimos entender que es lo que hacen allí y como trabajan los niños.
Tras la explicación que nos dio Pablo, fuimos acercándonos poco a poco a la exposición, donde pudimos observarla más detenidamente ya que era algo que nos llamaba la atención, y donde pudimos observar que eran dibujos maravillosos y perfectos para la edad con la que estaban hechos, ya que por lo que sabíamos no eran niños de más de cinco años, por lo tanto tenían gran merito. A medida que fuimos observando cada uno de los dibujos que formaban parte de la exposición, encontramos dos cosas totalmente distintas, la primera que había dibujos basados en el poema del limonero, de Antonio Machado en los cuales se mostraban las cosas que el poema había hecho que se inspirasen  y observamos grandes resultados, pero otra de las cosas que nos llamo la atención eran aquellos dibujos basados en un tema libre, en los que cada niño representaba lo que era más importante para él.

Por eso nosotras tras observar la exposición y con la explicación de Pablo, hemos podido aprender que no importa la edad que tengas, sino las ganas y el empeño con el que quieras hacerlo, ya que no importa la dificultad que tenga aquello que quieres conseguir, porque debemos reconocer que todo es posible si lo haces con esas dos cosas.

¿Qué es el "estado Alfa"? ¿Cómo nos sentimos al practicarlo en el aula?

El "Estado Alfa" es el estado de relajación y vigilia tranquila, acompañado de una concentración relajada y de estimulación sensitiva, especialmente de sonido e imágenes. Se caracteriza por un aumento de las ondas cerebrales alfa y se acompaña de sensación de tranquilidad, libre de tensión y de ansiedad. 

Alfa es el estado de conciencia más agradable. De hecho, ha sido vinculado al estar despierto, aunque en un cuerpo dormido. En otras palabras, una combinación de mente serena, despejada, libre de tensión, y un cuerpo que esta totalmente relajado. Es este estado Alfa el que es facilitado por la meditación y que a veces se menciona como el espacio meditativo. Y es en este espacio Alfa que la tensión se evapora, las baterías se recargan, los estragos de la tensión cotidiana son reparados y experimentamos una sensación de individualidad y de bienestar, de estar absolutamente bien con el mundo. 

Tras realizar la actividad debemos reconocer que no todas nos sentíamos igual, es cierto que al principio estábamos inquietas porque no sabíamos que es lo que íbamos a hacer, ni tan siquiera sabíamos que era aquello del estado alfa, por eso seguimos cada uno de los pasos indicados por Pilar:

•  En primer lugar tuvimos que sentarnos de manera correcta, tal y como nos mostró Pilar, la espalda debía estar apoyada en el respaldo de la silla, los pies debían estar apoyados sobre el suelo y por supuesto debíamos estar lo más relajados posibles, sin agarrotamiento de los músculos, ni preocupaciones.
• En segundo lugar la profesora nos dio la opción de cerrar los ojos para sentir mayor relajación o de mantenerlos abiertos, por eso cada uno eligió la opción que le hacia sentirse mejor.
• En tercer lugar debíamos estar en absoluto silencio, para no molestar al resto de compañeros, y así poder escuchar cada una de las indicaciones que iba dando Pilar.

Cuando estábamos todos en la posición correcta y en silencio, Pilar comenzó a decirnos una serie de palabras que con ellas íbamos consiguiendo relajar las diferentes partes del cuerpo, empezando por los pies y terminando por la cabeza donde debíamos sentir la llamada fuente.

Es cierto que una vez que teníamos piernas y brazos relajados no podíamos separar las manos, por lo tanto estábamos consiguiendo el denominado estado alfa.

Por lo tanto, afirmamos que es una experiencia relajante a parte de nueva, y aprendimos que podemos entrar en estado alfa cuando deseemos. 

Exposición de Igor

IGOR BOROZAN  EXPONE SU PINTURA EN EL TALLER DEL PRADO DE MADRID

El artista italiano M. Igor Borozan (Sarajevo, 1968) expone sus últimas pinturas en el Taller del Prado de Madrid, dirigido por Francisco Molina Montero. Borozan muestra desde el denominado “Abbozzo Pittorico” hasta las escenas de baile y danza.

 El pintor italiano que viaja a España con frecuencia, es un gran aficionado al Flamenco, “un arte que es mucho más que cante y baile, es una filosofía de vida”, explica al tiempo que cita algunos cantaores amigos suyos.

Algunos de los dibujos a grafito, también llevados a grabados representan de modo libro el “Teatro Apolo”, cuna de las grandes representaciones de cante y baile en la historia de Madrid, recuerda Igor Borozan.

“Soy italiano de madre croata. Mis otros abuelos eran de Venecia”, aclara el autor.

El “abbozzo pittorico” es una de las fórmulas más antiguas en la pintura, a base de betún de Judea y pigmento negro, recuerda Borozan al tiempo que señala algunas de sus piezas con esta técnica. “Es el claroscuro de Caravaggio”, añade.

En su libro que lleva el título de “Abbozzo pittorico”  recuerda que expuso en la llamada Fortaleza Española, en Malta, y de aquella estancia pintó la obra “Sol y sombra de Caravaggio”.

La camisa blanca es un elemento repetido por Igor Borozan en sus obras pictóricas. Un icono perfecto y querido por el autor. “Una prenda que está siempre cerca del cuerpo del hombre”, dice el artista, que la utiliza como objeto, no solo como modelo de reinterpretación, de instalación en algunas fachadas de los espacios donde expone.